En Accidentes gloriosos las historias giran en torno de choques automovilísticos (acaso bajo la influencia de Crash , de Cronenberg): están más hilvanadas y cuentan con puestas en escena más dinámicas y elaboradas. Cada episodio, volcado hacia lo fantasioso, fue compuesto por Andrizzi en colaboración con Marcus Lindeen. La voz en off de Cristina Banegas -con su increíble ductilidad- se hace cargo de todos los personajes, incluso los masculinos. Es, como lo reconoció Andrizzi, el corazón de la película.
Un párrafo aparte para el segmento de El chupapijas: la demostración de que con un agujero en una pared -detrás de la que se escondería un mito urbano de la felación-, un buen texto erótico, una aproximación de cámara y el talento de Banegas se puede lograr una pequeña magia, de las que abundan en esta película.