Llega el estreno de la película argentina Al final del Tunel de Rodrigo Grande, con Pablo Echarri, Leonardo Sbaraglia y Clara Lago.
Joaquín (Sbaraglia) es un hombre que está en silla de ruedas. Su casa, que conoció tiempos mejores, ahora es lúgubre y oscura. Berta (Lago), bailarina de striptease, y su hija Betty llaman un día a su puerta respondiendo a un anuncio que puso Joaquín para alquilar una habitación. Su presencia alegra la casa y anima la vida de Joaquín.
Una noche trabajando en su sótano, donde repara computadoras, Joaquín escucha un ruido casi imperceptible. Pone la oreja contra la pared y se da cuenta que un grupo de ladrones, liderado por Galereto (Echarri), está construyendo un túnel que pasa bajo su casa para robar un banco cercano.
Joaquín vigila a los ladrones, toma notas, y logra conocer al detalle el plan del robo. Así comienza a ejecutar un plan contrarreloj que le permitirá frustrar los propósitos de Galereto y su banda.
Mezclando elementos de las películas de atracos, Rodrigo Grande construye Al final del Tunel, un thriller policial que mantiene el suspenso gracias a la característica física de su protagonista (que se encuentra en condiciones inferiores a su enemigo); pero que esto no impide a que se las ingenie para hacerle frente.
Joaquin es un hombre postrado tanto física como emocionalmente, a medida que se va interesando por ganarle el negocio a Galereto, su personaje comienza a moverse, incluso la presencia de Berta implica gran parte de su motivación (quizás una de las únicas funciones del personaje femenino). Echarri hace el papel más jugado, el ladrón pero no de guante blanco y carismático. Aquí cumple como líder de la banda, meticuloso, un poco sádico; pero que incluso esconde un pasado bastante funesto que no voy a develar ya que es parte de la trama.
Muy bien filmadas las escenas dentro del tunel, y como los escenarios cumplen un gran rol al encerrar a los personajes, y a su vez acercarlos en los momentos de más tensión.