Retratos de una adolescencia solitaria
Alba (2016), film escrito y dirigido por la directora ecuatoriana Ana Cristina Barragán, retrata con naturalidad una historia cargada de duelos y de nuevos comienzos; dónde el abandono de una etapa adolece más que nunca.
Luego de enfermar su madre, Alba(Macarena Arias), una niña de 11 años, se ve obligada a mudarse junto a su padre. Igor (Pablo Aguirre), es prácticamente un desconocido para la pequeña que se siente cada vez más sola y alejada de su hogar y su compañera de vida. Mientras su padre intenta por su parte adaptarse a la nueva vida junto a su hija, Alba tratará de atravesar su día a día escolar; adaptándose tímidamente a la adolescencia que se avecina y a todos los cambios incómodos que la sacuden en su timidez.
La película expresa en su totalidad de detalles, cierta soledad. Con una fotografía apagada, al igual que los diálogos y su música, la personalidad solitaria y desamparada de la protagonista queda plasmada en cada escena. La dirección a cargo de Barragán nos encierra en el mundo de la niña, con planos que no sólo nos acercan a las miradas de Alba, sino que además nos permiten espiar cada una de las emociones que se reflejan en los movimientos.
Es una clara película de personaje, y debe decirse que la interpretación protagónica por la joven Macarena Arias, es realmente excelente; logrando aquel resultado buscado en los filmes en los que su foco se orienta hacia el recorrido personal y hasta íntimo de sus protagonistas.
"Adentrarse en la adolescencia, como lo indica la misma palabra, es doloroso. Pero su impacto es aún mayor, si al duelo de la infancia se le suma la pérdida total de aquello que era concebido como vida misma."