La película con título kilométrico, basada en el exitoso libro homónimo infantil publicado en 1972, escrito por Judith Viorst e ilustrado por Ray Cruz, tiene el mérito de narrar una historia tan cotidiana como reconocible desde el punto de vista de un niño de once años.
Alexander (Ed Oxenbould), comienza el día con el pie izquiero y todo lo inimaginable se convierte en una verdadera pesadilla, pero pronto descubirá que los integrantes de su familia, su padre (Steve Carell), su madre (Jennifer Garner), su hermano (Dylan Minnette) y su hermana (Kerris Dorsey) también se verán envueltos en el peor día de sus vidas.
Dirigida por el ganador de un premio Independent Spirit, Miguel Arteta (The Good Girl, Cedar Rapids, Youth in Revolt) sobre un guión de Rob Lieber, esta comedia familiar está impulsada por un clima de locura generalizada que no está lejos de cualquier mortal que tenga la responsabilidad de un hogar y afronte la crianza de cuatro hijos de muy distintas edades.
En ese sentido, desfilan por el relato un padre desocupado que tiene una esperada entrevista laboral; una madre -la verdadera proveedora de la casa- que corre para llegar a tiempo con la impresión de un libro infantil y cuya labor está en riesgo; un chico adolescente frente al romance obligado del colegio y una hermana "afinada" con deseos de convertirse en la estrella de un musical. Todo esto y más forma parte de esta recomendable propuesta que se mantiene por el ritmo imparable, la efectividad de los gags y las buenas actuaciones de Steve Carell (un hombre experimentado en el género) y de Jennifer Garner.