Hubo un tiempo en el que los estudios Disney producían un sinfín de películas destinadas al consumo familiar sin otra intención más que hacer pasar el rato a todos los integrantes del grupo sin importar las edades.
En los últimos años el viraje a producir filmes basados en héroes para alimentar los consumos de los youngadults como así también el hecho de crear franquicias basadas en populares programas infantiles habían dejado un hueco en la producción fílmica familiar.
Es Miguel Arteta el encargado de retomar la tradición con "Alexander y un día terrible, horrible, malo... muy malo" (USA, 2014), adaptación del clásico infantil del mismo nombre de Judith Viorst, una comedia en la que el joven del título (Ed Oxenbould) descarga un hechizo hacia su familia con la que intentara demostrarles que su corta vida ha sido una sucesión de días catastróficos con situaciones ajenas a su posibilidad de controlarlas.
Alexander está a punto de cumplir 12 años y no solo quiere cambiar su suerte sino que desea poder revertir una serie de desgracias que solo le afirman que su lugar en la familia (el anteúltimo hijo) es casi invisible.
Su padre (Steve Carrel), un ser positivo y feliz, a pesar de estar sin trabajo hace meses y hacer de "PAMA" (padre madre) lo incentiva a que continúe con los planes de festejo pese a que un compañero del colegio haga el mismo día su fiesta de cumpleaños.
Su madre (Jennifer Garner) trabaja en una editorial bajo la mirada obsesiva de su déspota jefa (Megan Mullally)y sus hermanos (Kerris Dorsey y Dylan Minnete) intentan por sobresalir en la secundaria gracias a sus “talentos”.
Todos luchan por compartir algunos momentos juntos dentro de la imposible vorágine de la rutina diaria y cuando Alexander vuelca involuntariamente el "hechizo" sobre todos la película deja al protagonista a un lado para enfocarse en los "problemas" que cada miembro de la familia tendrá.
Con una estructura simple y una idea vista en otras oportunidades Arteta se apoya principalmente en las actuaciones del elenco, encabezado por Carrel, y la profusión de gags y situaciones extremas que no hacen más que reforzar el título del filme.
"Alexander y..." posee una línea argumental sólida y una estructura estereotipada que posibilita una identificación inmediata con lo que plantea.
Entretenida comedia que además plantea un nuevo modelo parental para Disney en la presentación de un núcleo liderado por una mujer profesional y un padre amo de casa y además actualiza el clásico libro con la utilización de celulares y redes sociales para dinamizar la acción..
Algunas licencias también hacen que Arteta escape de la impoluta tradición de comedias familiares blancas y hasta llega a mostrar a una joven "borracha" de jarabe para la tos. Entretenida. Explosiva. "Alexander..." es un filme familiar que busca su identidad dentro de la familia Disney.