“A veces me pregunto si realmente soy una buena esposa”, dice Rosa (María Soldi) durante una de sus habituales confesiones en la Iglesia de su barrio de la provincia de Buenos Aires. Ella es una joven costurera, amante de las novelas policiales, casada con un hombre del que siente cada vez más lejana debido a que su militancia política lo lleva a ausentarse durante largas horas de su casa. Un tiempo difícil para la militancia y el ejercicio del catolicismo: mediados de 1955, meses antes del derrocamiento de Juan Domingo Perón.
Basada en la obra La Rosa, del dramaturgo santafesino Julio César Beltzer, Algo con una mujer es una propuesta anómala para un cine independiente argentino que suele mirar el pasado a través de documentales centrados en las experiencias personales de sus responsables o de quienes lo vivieron. Lo es también por su ambiciosa dirección de arte y ambientación, dos elementos que los directores Mariano Turek y Luján Loioco utilizan de manera pragmática, priorizando la pertinencia antes que el regodeo visual.
La monótona vida de esa mujer sometida a los mandatos de aquellos años da un giro de 180° cuando presencia un brutal crimen. ¿Quién fue el responsable? ¿Por qué no denunció el hecho ante las autoridades? El guion, aunque por momentos demasiado anclado en sus orígenes teatrales, logra hacer de Rosa un personaje ambiguo.
Sucede que ella es la protagonista de su propio policial, alguien capaz de hacer todo lo que esté a su alcance por ganarse el respeto de su marido pero también de moverse como una observadora silenciosa del comportamiento de su entorno. En la complejidad de esta mujer anida el principal mérito de este interesante film que mixtura el modelo narrativo de los domestic noir con el de los melodramas de la época.