Un periodista se levanta una mañana y su mujer le dice que está embarazada de su mejor amigo. Así arranca esta comedia romántica felizmente desencantada, coescrita junto a Jean Claude Carriére, dirigida y protagonizada por Louis Garrel después de Los dos amigos. Algunos años después, el amigo muere y la relación de la pareja se retoma, ahora con el hijo de ella en medio. Además, hay una joven (Lily-Rose Depp, hija de Vanesa Paradis y Johnny Depp), que está locamente enamorada del protagonista.
El triángulo, claro, no es el único absurdo en esta historia que suma capas de sentido y juega con las miradas y los puntos de vista: el niño, por ejemplo, cree que su madre mató a su padre. La mujer que está ofreciéndole al protagonista una taza de té justo en ese momento. Hay mucho humor y buenas ideas atravesando todo el asunto, que también puede resultar en algunos momentos un poco vueltero y tedioso, con su narración en off y su exposición distante de los sentimientos, íntimos, de sus personajes. En todo caso, la inteligencia y la irreverencia para ocuparse de ellos, son más que bienvenidas. Un homenaje simpatiquísimo y con mucho vuelo a la Nouvelle vague.