Invadida de clichés y lugares comunes, se presenta esta nueva comedia romántica de Nanette Burstein. Protagonizada por Drew Barrymore y Justin Long- quienes en pareja (¿o ya no?) en la vida real- no logran esquivar los altibajos del guión, pese a su buena química.
“Amor a Distancia” cuenta la historia de Garret y Erin, cuando una noche cualquiera se conocen en Manhattan, y entre copa y copa terminan enamorándose. El problema es que ella, está a punto de terminar una pasantía de periodismo y en unas pocas semanas, vuela de regreso a San Francisco. Mantener una relación a distancia se hace una necesidad y única posibilidad, pero obviamente no será nada sencillo.
Aunque goza de buenos momentos (casi todos ellos ligados al trabajo de Barrymore) la historia vacila constantemente en aquello que en verdad nos quiere contar. El guión de Geoff LaTulippe, es efectivo al mostrar el contexto (social y económico) en el que se encuentran los protagonistas: un mercado laboral poco favorable, que los obliga a aceptar empleos para nada gratificantes, ya sea como oficinistas o practicantes. Esa inestabilidad, y el deseo por encontrar un equilibrio laboral, es la que posibilita que se planteen una relación a distancia.
Lo que no queda claro, es el verdadero motor de dicha relación. Al comienzo y al final, parece que es el amor. Sin embargo, en el transcurso de la historia el sexo ocupa un lugar claramente predominante, que termina por contaminar la película con chistes y situaciones de dudoso buen gusto.
Observo que en los últimos años, algunas comedias románticas creen que escaparse de las trivialidades y obviedades propias del género, es mostrar el lado menos atractivo de sus personajes. Como si está decisión tornara más sincera y cruda a la historia de amor. No creo que esto de siempre buenos resultados. “Amor a Distancia” puede ser una de esas comedias. Aunque sería justo rescatar, que quienes hemos vivido la experiencia de un amor a distancia, veremos reflejadas muchas situaciones típicas de esa clase de relación.