El mundillo intelectual de Manhattan es el centro de Analizando a Philip
Tercer largometraje del elogiado guionista y director de Impolex y The Color Wheel (posteriormente estrenó Queen of Earth), Analizando a Philip es el retrato del Philip Lewis Friedman al que alude el título (Jason Schwartzman), un escritor que acumula las peores miserias de un artista: egocéntrico, pretencioso, cínico, tenso, malhumorado. Un auténtico neurótico que se cree siempre mucho más de lo que es.
Con su segunda novela recién publicada, este neoyorquino pretende mantener su "integridad", sin venderse al mercado, al "sistema". Poco dúctil para las convivencias iremos conociendo las sucesivas crisis con sus novias (sobre todo con una fotógrafa interpretada por Elisabeth Moss). Sin embargo, su vida parece cambiar cuando un eminente y veterano autor llamado Ike Zimmerman (Jonathan Pryce) se manifiesta fan de su libro y lo invita a su residencia de verano para que salga de otro de sus habituales bloqueos creativos.
La película funciona con bastante fluidez, es simpática en su exploración del mundillo intelectual de Manhattan y en varios pasajes resulta incluso ingeniosa y ocurrente, pero también es cierto que por momentos puede irritar en su exploración de los clichés literarios y en su presentación de un personaje a todas luces insoportable, arrogante y narcisista. Que el protagonista sea un ser insufrible, que casi nunca podamos empatizar con él, es la principal audacia del film, pero también su mayor flaqueza.