Crítica: Andrés Carrasco. Ciencia disruptiva
Hasta el 12 de febrero en el Cine Gaumont
“Hacé algo”. Las palabras que cruzaban por la cabeza del doctor Carrasco, prestigioso médico y especialista en biología molecular. “Andrés Carrasco. Ciencia disruptiva”, la opera prima de Valeria Tucci, es un brillante documental que evidencia las atrocidades que causaron los agrotóxicos en un pequeño pueblo en Córdoba, Argentina.
Carrasco, quien fue presidente del CONICET y jefe del Laboratorio de Embriología de la Universidad de Buenos Aires, es el verdadero protagonista de esta película al ser el héroe y protector de los necesitados. Un científico que le esquivó a la comodidad para salvar vidas. El doctor fue quien demostró e hizo conocer ante el público el peligro del glifosato, un veneno que afectaba a las personas causándole enfermedades, deformaciones y hasta la misma muerte.
El glifosato era utilizado para la cosecha exitosa de soja y su exportación. Un agroquímico inventado para eliminar hierbas y matar plantas, pero en este caso, sin cuidado alguno y mucho menos conciencia social, el tóxico estaba arrasando con los vecinos del barrio Ituzaingó Anexo, en las afueras de Córdoba. Negocios millonarios a cuesta de unos pocos.
Como un abanderado en la lucha, defendiendo a quienes lo requerían, Carrasco se convirtió en una especie de salvador. Comprobó los efectos nocivos del químico, enfrentó al Estado y denunció a multinacionales. Todo por una causa común, por ayudar al otro y para evitar las inhumanidades de ciertas empresas que prevalecieron la fortuna antes que la muerte.
Puntaje: 75/100.