El cine de animación en nuestro país va medianamente en aumento, es un rubro del cine nacional al que no se le ha dado la importancia que merece. Tres años tardó la producción del film en realizar esta película con animación cutout (una variante de la técnica de animación stop motion que se realiza fotografiando figuras planas).
Anida (Gabriela Bevacqua) vive en el circo flotante de la excéntrica y déspota Madame Justine (Alejandro Paker) y entretiene a los visitantes realizando quiromancia mientras convive junto a otros artistas, incluyendo sus tías, que tienen un sólo cuerpo y tres cabezas. El circo entero se ve revolucionado con un náufrago llamado Fígaro (Nicolás Scarpino), a quién Justine le da automáticamente el puesto de Mago del circo. Anida y Fígaro sienten una atracción instantánea que los ayudará a unirse y encontrar desde la magia y el amor, la libertad.
Destacable la dirección de Liliana Romero que plasma de formas interesantes a un guión que por momentos puede ser demasiado poético y de poca acción para una película infantil. Dentro de los doblajes resulta excelente el trabajo hecho por Alejandro Paker dándole vida a Madame Justine, la cuota justa de exageración para entender, más allá de la imagen, la personalidad de esta mujer por momentos detestable.
Si hay algo que sin dudas es incuestionable de Anida y el Circo Flotante es su musicalización. Hermosas piezas que componen cada parte del film, incluso aquellas que no tienen letra.
Disfrutable para distintas edades, desde niños a adultos, pero los tintes poéticos y metafóricos harán sentir más placer al segundo grupo. Una película encantadora pero que dejará distintas perspectivas según la edad del espectador.