Producto del incentivo del gobierno de Vladimir Putin a la industria de animación rusa -con miras a su proyección global- proviene esta película que intenta replicar el espíritu de las comedias de Dreamworks con resultados bastante pobres, tanto en términos puramente técnicos como argumentales (el humor es chato y repetitivo en toda la historia, que mezcla a los animales del título con unos extraterrestres más desangelados que maliciosos). Al gato y al castor que la protagonizan no les sobra carisma, y eso tiene que ver mayormente con un guion perezoso que se agota aun en el marco de un film de apenas una hora y cuarto de duración.
En esta oportunidad llega a la cartelera una película animada de origen ruso para los más pequeños de la familia. El simpático personaje es un castor tiene una vida rutinaria y es algo cascarrabias, su vida modifica cuando Max un gato inquieto ingresa en su casa. Ambos juntos vivirán una increíble aventura y muy peligrosa, su misión es liberar a otros animales, que fueron secuestrados por extraterrestres. Su historia es bastante sencilla, entretenida, buenos mensajes, con humor solo para los más pequeños de la familia y su animación resulta poco llamativa.
Ya nada puede sorprender, no sólo en el cine de animación, sino en el cine en general. Esto sirve de prólogo antes de ver Animales en apuros, una comedia animada de origen ruso, sí, pero que tiene más referencias al mundo occidental que un documental turístico... Los protagonistas son un castor y un gato, que canta más de una vez I Will Survive, el clásico de Gloria Gaynor, desafinando en cada maullido. No es casual que estos animalejos traben una amistad. Tampoco que se encuentren con tres pequeños alienígenas de colores, que responden a los nombres de Zaca, Zic y Zuc, que no será un dechado de originalidad, pero que no desentona en el tono que la película le imprime a todo. Como en Venom -solamente vale la comparación ya que aquí se estrenan la misma semana- hay extraterrestres buenos y otros, malos. Zaca, Zic y Zuc en realidad están escapando de los scratchers -los alienígenas malvados-, que no hacen otra cosa que capturar otras formas de vida en distintos planetas y/o galaxias para llevarlos a una suerte de zoológico a su propio planeta. Pues bien: también quieren a los animales terrestres. El castor y el gato forman una dupla al estilo de las películas de buddies, que tanto éxito le dieron al cine hollywoodense. Como Mel Gibson y Danny Glover en la saga de Arma mortal, y otros tantos ejemplos, uno, el castor, es medio cascarrabias y tiene una vida por demás rutinaria, hasta que conoce a Max, el gato. Que no será Fritz, el gato, pero por lo menos le pone un poco de pimienta a su propia existencia. Animales en apuros no es mucho más que una historia pequeña, con un animación actual, que si uno no supiera que es una producción rusa bien podría creer que está hecha en los Estados Unidos. El mensaje es el mismo de siempre: hay que unirse ante las adversidades, juntos podremos vencer a lo que sea, los malos siempre pagan y los buenos siempre ganan. Es un filme destinado a un público infantil de no más de 8 años, ése al que muchos padres y abuelos no saben qué llevar a ver al cine. Bueno, aquí tienen una opción. Y al menos es corta: dura 77 minutos.
"Animales en apuros" es uno de los primeros films de animación rusa producido para el mercado internacional. Lamentablemente, con este precedente no se puede imaginar una industria floreciente de la animación de la ex Unión Soviética, porque ni en el carisma de los personajes, ni en la estética o la técnica hay algo descollante. Lo que no implica que esta historia que empieza con la amistad entre un castor y un gato no deje de tener cierta gracia, ni que la combinación de estos personajes con una amplia gama de extraterrestres sea original. Aquí hay unos alian malvados que recorren el universo raptando animales interplanetarios para poblar un oscuro zoológico intergaláctico, y la misión de los simpáticos protagonistas es impedir que lo logren. El gran problema de "Animales en apuros" es que la trama no tiene mucho sentido ni coherencia, sumado al hecho de que el sentido del humor ruso no es el mas divertido del planeta, ni cuando un producto como éste trate de copiar el estilo de distintas y exitosas producciones animadas.