Anoche

Crítica de Ximena Brennan - Cuatro Bastardos

Anoche: Enredos de sábado por la noche.
El 31 de Enero llega una nueva comedia romántica a las salas argentinas, esta vez de la mano del director de cine de género Nicanor Loreti, junto a su pareja Paula Manzone. ¿Es posible ocultar todo debajo de la alfombra?. En “Anoche” te lo responden.
Antes de hablar de la película, habría que hablar primero de Nicanor Loreti… Merece un apartado especial. Un realizador (aquí co-director) que desde la independencia supo catapultarse como uno de los directores de cine de género más reconocidos en nuestro país. Su nombre empezó a resonar con “La H (2011)” un interesante documental rockero sobre la banda Hermética. Luego fue con su ópera prima, “Diablo (2011)”, que –junto a otros directores de la época- sentó las bases para la conformación de un cine de género arriesgado pero serio en sus intenciones. A pesar de que en su haber cuenta con películas más comerciales que distan mucho del estilo de su filmografía –“Socios por accidente (2014)” y “Socios por accidente 2 (2015)”-, se puede decir que Nicanor Loreti construye siempre desde el género hecho y derecho.
En este caso, Loreti se une a Paula Manzone en la co-dirección de una película atípica en su obra cinematográfica. “Anoche (2018)” está basada en la pieza teatral homónima de Manzone, y es una comedia romántica de enredos, clásica pero efusiva. Nos lleva de la tranquilidad de su protagonista encerrada en su departamento un sábado por la noche hasta el caótico momento de destape de unos secretos familiares.
Pilar (Gimena Accardi) está en crisis. Tiene 27 años, vive sola y quiere estar tranquila el fin de semana. Nada salido de lo normal, y una circunstancia para muchos ideal. Pero suena el portero y es su novio Marcos (Benjamín Rojas), con quien ella no está 100% cómoda últimamente, que llega con un regalo por su aniversario y varios planes a corto y largo plazo, que no son los mismos que los de Pilar. Suena el portero nuevamente y esta vez es su hermana Ema (Valeria Lois) que está pasando por un trance emocional. Como frutilla del postre, suena de nuevo el timbre y tal hecho nos anticipa el origen del conflicto: es el ex marido de Ema.
En “Anoche”, cada uno de los personajes (bien delimitados, por cierto) tiene su pequeña historia. Y en una sola locación, que es el mencionado departamento de Pilar – conservando la estructura de obra teatral – se irán resolviendo (o no) los hechos recurriendo a un estilo bien costumbrista y dinámico, ganándole así a aquella idea de que “cuatro personajes hablando en un departamento es algo simplista y corriente”.
Aquí Loreti parecería volver a sus orígenes en varios sentidos: presupuesto acotado, una propuesta simple pero efectiva, locaciones pequeñas y todo lo que tiene que tener una buena comedia con subtramas a las que conviene prestarles atención. Detalle no menor: un elenco convincente desde el comienzo.
Es un gusto seguir viendo cine nacional no ambicioso y del bueno.