Arrieros

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Este documental forma parte de una trilogía del cineasta Juan Baldana sobre tipologías humanas y comunidades que conviven en la naturaleza sobre los márgenes del sistema de producción globalizada. Y es la idea esencial de Arrieros, el resto es una pormenorizada y parsimoniosa semblanza de un grupo de personas que arrían animales en la montaña, pegados a la frontera con Chile. Y que ofrece un espíritu similar a Soy Huao, que se estrenó el año pasado y en la que se describe una tribu de indios de la Amazonía Ecuatoriana.

Parece increíble que este mismo realizador, que cuenta con extensa trayectoria publicitaria y televisiva, sea el autor de un sólido film de ficción, urbano, trepidante y atrayente como Los Angeles. En las antípodas de este Arrieros, que retrata la cotidianidad de una familia que se encarga de la cría y transporte de ganado a caballo, vendiendo productos propios, dando entender en todo momento que la montaña es su lugar en el mundo. Un cine de pura
observación, despojado completamente de relatos en off o datos sobreimpresos, en donde hasta la bella música compuesta por Sergio Vainikoff sólo asoma con los títulos de cierre. Un cine que denota un gran esfuerzo personal, y que, más allá de algunos pasajes e imágenes valiosas, sólo logrará identificación con espectadores muy interesados en estos contextos y paisajes.