Hay temáticas y personajes que son centrales en nuestra historia más reciente, y que encima tienen relevancia en el presente, pero aún así están fuera de registro en el cine argentino (o rioplatense). “Así habló el cambista”, la nueva película del director uruguayo Federico Veiroj (“Belmonte”, “La vida útil”), viene a saldar esa deuda. Veiroj toma como base la novela homónima de Juan Enrique Gruber para construir a un antihéroe perfecto: Humberto Brause (Daniel Hendler), un cambista que va ascendiendo en la financiera de su suegro (el siempre brillante Luis Machín) a base de negocios sucios. Brause comienza su aventura como un joven gris que de a poco va mostrando los dientes (literal, Hendler usa una dentadura postiza) cuando empieza a lavar dinero de políticos uruguayos y guerrilleros argentinos en los oscuros años 70. La “patria financiera” que se instaló poco después con las dictaduras militares hizo que sus millones se multiplicaran, pero también se multiplicaron los riesgos. El director encuentra un singular tono entre la comedia negra, el thriller y el drama para contar esta historia que se desarrolla en Montevideo pero que nos toca muy de cerca. Su antihéroe se vuelve odiosamente reconocible, y en cierto punto hasta genera empatía. La recreación de época y las actuaciones (Dolores Fonzi está excelente como la esposa de Brause) completan una película necesaria para entender este presente sombrío y desesperanzado.