J.J. Abrams nos trae una nueva historia llena de misterios y conspiraciones. Sabe lo que nos gusta.
En pleno auge de “Lost” (2004-2010), el director Matt Reeves, el guionista Drew Goddard y el productor J.J. Abrams se despacharon con “Cloverfield –Monstruo” (Cloverfield, 2008), aquella aventura de terror y ciencia ficción rodada con una vertiginosa cámara en mano y un bajísimo presupuesto, que abrió un montón de interrogantes y teorías internetianas.
Ahora, casi de la nada, nos llega “Avenida Clovefield 10” (10 Cloverfield Lane), película que se enmarca en el mismo universo cinematográfico (por así decirlo), aunque se corre un poco de la fantasía y se concentra en una trama más terrorífica y claustrofóbica donde lo más importante son los climas y los individuos.
El debutante Dan Trachtenberg toma las riendas del relato de Michelle (Mary Elizabeth Winstead), una mujer con sueños y muchas dudas que decide emprender nuevos rumbos y escapar de la vida que lleva junto a su prometido. En el camino sufre un accidente de auto y cuando se despierta descubre que se encuentra encerrada en el impenetrable bunker de Howard (John Goodman), un ex marine bastante paranoico, que asegura haberle salvado la vida de un ataque químico (y posiblemente extraterrestre) que dejó el exterior totalmente inhabitable.
Desconfiada, Michelle intenta escapar del lugar, pero de a poco empieza a sospechar que Howard podría estar diciendo la verdad. El tercer ocupante del sótano es Emmett (John Gallagher Jr.), un joven constructor que vio lo que ocurría en el exterior y se hizo camino hacia este refugio donde el “dueño de casa” trata de mantener el orden, cueste lo que cueste.
Los días pasan sin mucha noción del tiempo, y las dudas empiezan a atacar a los jóvenes ocupantes que preferirán arriesgar sus vidas para descubrir que anda pasando más allá de esas puertas metálicas.
Trachtenberg sabe como manejar el ritmo del relato y la atmósfera claustrofóbica que viven los protagonistas y los espectadores, que tampoco saben para dónde se dirige esta historia. Gran parte es un relato de misterio y terror donde sus ocupantes más inocentes están a merced de un “villano” maquiavélico, y un poquitín trastornado, que realmente está convencido de hacer el bien. Y lo hace.
No sabemos a quien creerle, pero de a poco van cayendo las fichas de este rompecabezas armado en base a un presupuesto diminuto y grandes actuaciones, especialmente las de Goodman y Winstead.
El final, es un tema aparte que deberán asimilar por ustedes mismos (acá no vamos a tirar spoilers). Pero antes de llegar a ese punto, tenemos una gran historia concentrada en la psicología de sus protagonistas, su instinto de supervivencia, sus decisiones morales y la actitud que piensan adoptar en una situación tan compleja (y ajena) como podría ser el fin de la civilización como la conocemos.
“Avenida Clovefield 10” crea un micro cosmos que nos atrapa en apenas cien minutos de película. Pura actuación y tensión sin artificios que, tal vez, queda un poco truncada (para algunos) con un final que no está realmente a la altura. ¿Se viene un nuevo universo cargado de sci-fi y misterios)? Sólo el tiempo lo dirá, pero vale la pena empezar a descubrirlo.