Sí, la historia del primer papa latinoamericano y argentino, ese Jorge Bergoglio que es Francisco, es más que interesante y digna de una película. Pero esta recreación, bastante inofensiva (Bergoglio es una figura política de mucho peso en la Argentina de hoy, y no lo parece tanto), es apenas una colección billikenista de lo que más o menos sabemos del personaje. Su mayor pecado es ser nada más que una ilustración, apenas una estampita.