Una excelente somatización de la pérdida de la riqueza
Las películas de autor tienen cosas que las hacen un género en si mismo, lo que tienen las de Woody Allen en particular es que no importa si está hablando Amigacho, Javier Bardem o Jack Nicholson, en realidad tenés la voz del director en tu oído. Ese fue el primer pensamiento que tuve cuando escuchaba a Cate Blanchett describiendo su vida a una pobre anciana. Y vaya que la tuvo que escuchar, una caída en desgracia muy particular la de Jasmine, un golpe duro para una persona que quiso escalar alto, llegó y se tiró sin paracaídas de la montaña. Del glamour, las carteras caras y los lujos a un pequeño y acogedor departamento en San Francisco.
Jasmine vuelve a su ciudad, perturbada, en bancarrota y sin un plan para sobrevivir, más que quedarse en la casa de su hermana Ginger (Sally Hawkins). Ahí se encuentra una familia disfuncional, dos personajes opuestos pero unidos por el fuerte lazo fraternal. Ginger intenta darle una mano mientras Jasmine se recupera, y en ese choque se da lo más rico de Blue Jasmine, donde la riqueza y la ostentación confronta con la vida común, con lo más bajo, con aquello que no puede soportar, no figurar, ser uno más. Los maridos de Ginger, sobre todo Chili (Bobby Cannavale) con su estampa de Average Joe puesta en la frente es lo que exacerba a Jasmine.
Cate Blanchett, en un gran papel, interpreta un personaje perturbado en todo momento, que no puede entender lo que le sucedió, la forma de la cual se le escapó su vida. En flashback, vemos como se recrea esa vida junto a Hal (Alec Baldwin) que actúa en piloto automático a un chanta, una de esas personas que no dicen nada y aparentan, con su mente puesta en el dinero. En definitiva lo que Blue Jasmine deja, es como el mundo del poder y el dinero ignoran sus problemas y su realidad con tal de seguir viviendo la mentira que vende y la comodidad que ofrece. Jasmine es la víctima del velo que se corre.
Cate Blanchett in Woody Allen's Blue Jasmine
De las últimas de Woody Allen, puede estar entre las mejores. No lo sé, a veces es dificil decidirse. Al ver Blue Jasmine se encontrarán con una película dramática con tintes graciosos que enfrenta dos modos de vivir la vida, donde las oportunidades y la suerte viene, y uno elige si la deja pasar o incide sobre sus espaldas. Como dijo uno de los maridos de Ginger: ¨hay veces que uno no puede dejar atrás el pasado¨. Bueno, por lo menos, Woody Allen lo dejo con sus guías turisticas de las ciudades que tanto le gustan…