¿Quieres ser Giacomo Casanova?
Primero fue "Giacomo Variations", un divertimento donde ópera y teatro mezclaban a Casanova con Don Giovanni, Figaro y otras criaturas mozartianas. Esto lo escribió un austriaco, Michael Sturminger, pero lo representó John Malkovich en inglés, casi a 30 años de aquel vizconde seductor y perverso que hizo en "Las relaciones peligrosas".
Por ahí va el tema: el viejo libertino "de encantos marchitos", enfrentado al recuerdo y la mala fama. Una mujer todavía hermosa pretende sus Memorias. Más adelante, en bellísimo diálogo, se sabrá que ella fue una de sus víctimas, una de las tantas a las que él juró amor con sus ojos y enseguida olvidó. La intérprete es la alemana Veronica Ferres.
Pero ese es uno de los temas de la obra, y ésta es su versión cinematográfica, levemente rebautizada y ahora bien ampliada con episodios en el foyer, platea, camarines y bambalinas. Así, por ejemplo, mientras Malkovich-Casanova contempla al barítono Florian Boesch en rol de Casanova activo, una médica medio cholula le pregunta si es gay. Malkovich le responde como Casanova: "¿Usted cree que un caballero respondería esa pregunta?" Como esa, hay otras réplicas preciosas en boca de diversos personajes, amén de buenos engarces musicales, intérpretes inhabituales (Fanny Ardant como la madre de Leonilda) e intérpretes magníficos: Miah Persson, Kate Lindsey, Anna Prohaska, Kerstin Avemo, Topi Lehtipuu, el ya citado Boesh, Barbara Hannigan (debidamente zafado el número de "Cinque, dieci, venti" que hacen ambos). Lástima que, promediando la representación, al libretista se le olvidan los juegos y todo se va envolviendo en una lusitana tristeza. Será quizá porque se filmó en el Teatro Sao Carlos de Lisboa. Pero la orquesta es la de la Academia de Viena.