Una travesía emocional
Después de codirigir con Federico Godfrid la elogiada La Tigra, Chaco, Juan Sasiaín reaparece en escena con esta película sencilla y emotiva, estrenada en el festival de Mar del Plata en 2013. El foco está puesto en la relación entre un padre (Leonardo Sbaraglia, otra vez muy sólido en su rol) y su hijo preadolescente (Lautaro Murray, también de buen desempeño). Juntos pasarán una temporada veraniega plagada de revelaciones y pequeños ritos iniciáticos, antes de una partida obligada. El chico deberá irse con su madre -que después de divorciarse decide abandonar Choele Choel, en la provincia de Río Negro- y de ese modo tomará conciencia del final inevitable de una etapa clave de su vida. Sasiaín narra ese pasaje crucial con sobriedad y delicadeza, aunque a veces el exceso de candidez que tiñe a la película la edulcore por demás.