Detective por necesidad
La comedia y el policial ocupan el centro de la trama de este opus del director Gabriel Lichtmann –Judíos en el espacio 2005- con un gran protagonismo de Martín Slipak, quien película tras película demuestra el talento y la confirmación de pertenecer a una camada de actores jóvenes de enorme futuro.
El relato apela a los códigos de las novelas estilo Agatha Christie, referencia constante en la película, así como la autora Patricia Highsmith para involucrar a un abogado solícito en una serie de acontecimientos por el que fue víctima de un robo. Todo el entorno del abogado tiene la marca de sospechoso desde el punto de vista del protagonista y cada uno también cuenta con un móvil que hace verosímil la ecuación paranoica, entre ellos una enigmática mujer que se vincula espontáneamente con Lucas Abadi (Martín Slipak) en una situación demasiado premeditada como para ser cierta.
Las pistas que va sembrando Gabriel Litchmann, en consonancia con la rudimentaria investigación por parte de un héroe sin estrategia al estilo Alfred Hitchcock, la buena inclusión de personajes secundarios con carnadura propia y no como mero elemento decorativo, suman a esta propuesta de género las suficientes características positivas para que el público disfrute de un cine argentino no pretencioso, capaz de alcanzar masividad de público sin necesidad de malograr una fórmula, cuyo secreto es saber contar una historia.