“Los espejos son exclusivos:
se adueñan de las almas en cualquier momento”
Silvina Ocampo
Ya desde los fascinantes créditos iniciales, con las imágenes de Max Ernst -uno de los pioneros del dadaísmo y el surrealismo-, nos anegamos de lleno en este mundo, un universo de metamorfosis constante, simbolizado en las pinturas de seres mitad hombre, mitad animal, que reflejan el desdoblamiento de la personalidad y el carácter dual de todo ser humano. Estamos frente al collage en imágenes Una semana de bondad o Los siete pecados capitales (estos últimos se retomarán más adelante cuando la protagonista, junto a uno de los personajes de su pasado, reflexione acerca de la presencia o ausencia de cada uno de ellos en sí misma), acompañado por El Lago de los Cisnes, otro símbolo constante e iterativo: la agonía del cisne que muere como paralelo de la mujer al borde de la muerte...