Letras filmadas
Interesante relato sobre una mujer desolada que ansía la muerte pero es retrasada por la visita de extraños y misteriosos personajes. Muy enigmática y llena de detalles, basa todo su potencial en el excelente oficio del narrador. Ya sea a través de los diálogos de Silvina Ocampo, la actuación Eugenia Capizzano o los encuadres de Daniel Rosenfeld, la película encuentra su principal atractivo en el modo y no en su contenido. De esta manera, el espectador es hipnotizado con asombro, pero defraudado cuando el hechizo desaparece.
Partiendo del hecho de estar ante un relato divido en capítulos titulados, nada hace pensar que el espectador se encuentra ante una obra ciento por ciento cinematográfica. Prácticamente todas las formas de arte se impregnan en está película donde cada una de ellas deja su esencia intacta. Por ejemplo, la actuación será teatral o los diálogos serán más poéticos que factibles.
El principal problema de la película es el continuo misticismo de la trama. La aparición de incógnitas o diálogos sin un aparente trasfondo complican la posibilidad de tomar en serio los hechos. Por lo tanto, La constante incertidumbre en el relato logra llevar al espectador a tener una indiferencia notable con lo acontecido. Incluso la falta de un desenlace verdaderamente profundo debilitan a la historia. Si uno se encuentra ante una película forjada por los detalles, es imprescindible que cada uno de ellos estén a la perfección, sino todo el relato se debilita considerablemente.
"Cornelia frente al espejo" tiene la elocuencia de las palabras, la expresión de la actuación, la belleza de las imágenes y la emoción de la música. Sin embargo, no logra concretar la armonía necesaria para ser considerada una expresión cinematográfica de gran calibre.