Todos conocemos (o deberíamos) la suerte del protagonista de este documental. Darío Santillán fue asesinado brutalmente por fuerzas policíacas, el 26 de junio de 2002 en una protesta originada por movimientos sociales en un corte del Puente Pueyrredón, acceso principal de la zona sur con la Capital Federal. Su muerte, junto a la del compañero de militancia a quien estaba asistiendo, también baleado en el andén de la estación Avellaneda, Maximiliano Kosteki, tuvo gran impacto en la política argentina de la época. En ese tiempo, el entonces presidente Eduardo Duhalde, visiblemente afectado por las consecuencias derivadas de la represión (en su imagen pública) decidió adelantar las elecciones y autoexcluirse de la contienda, como hecho visible que motivara la llegada al poder de los Kirchner en 2003.
Este documental de Miguel Mirra muestra por primera vez, imágenes inéditas de Santillán, en su cruzada solidaria por acompañar y liderar a los sin tierra y trabajo en sus reclamos allá por fines de los 90, cuando la crisis económica arreciaba en nuestro país. A lo largo del film, encontraremos no sólo aspectos de su vida de militancia, narrada por sus compañeros de agrupación (el Movimiento de Trabajadores Desocupados), sino también opiniones y registros muy interesantes que el gran público desconoce hasta el momento. En los archivos del MTD de Lanús, hay incluso un video de las asambleas previas a iniciar el bloqueo en los instantes previos a "La masacre de Avellaneda".
Lo primero que hay que decir es que esta cinta tiene gran valor periodístico, porque aporta mucho material para el análisis y lo presenta claramente contextualizado.
Por otra parte, hace justicia a la figura de Dario y le da la exacta dimensión que merece como emergente de un momento particular de la historia que no debe ser olvidado. Los registros que Mirra obtiene y comparte, son potentes y emotivos: escuchar a Darío liderando una toma (asentamiento) para conseguir tierras (en el barrio La Fe) conmueve: una vez que conocemos al protagonista, entendemos el porqué de su muerte (las circunstancias) y reafirmamos la concepción popular de que este mártir de las luchas sociales (de sólo 20 años!) ha dejado un ejemplo para el colectivo de los excluídos.
Su bandera fue la solidaridad y este film se afirma en esa visión, construyendo un documento valioso, útil para entender al hombre detrás de la militancia y ver el legado de su obra.
"Darío Santillán: la dignidad rebelde", es, sin dudas, un trabajo necesario para entender un momento histórico y social de la Argentina, reciente, que no deberíamos olvidar. Es la memoria la que hace país, y no el olvido.
Esta película no tiene trailer pero hay un registro breve de Darío tomado por Cronica TV el día de la masacre: