En De tal madre, tal hija (2017), Juliette Binoche y Camile Cottin interpretan a Mado y a Avril, madre e hija que luchan de forma opuesta por su independencia. Viven juntas y mientras la primera pierde el tiempo dependiendo económicamente de su hija, la segunda trabaja con cierta insatisfacción creando aromas para baños para una empresa. De vez en cuando, se reúnen a cenar con los padres del novio de Camile, eterno tesista que no concluye su proyecto de investigación. En tales cenas, simulan que Mado sigue casada con Marc (Lambert Wilson), el padre de Avril.
El mayor encanto del film no reside en su comedia ligera, la cual nos quiere recordar constantemente que estamos viendo algo para entretenernos. Muestra de ello es su manera tan banal de tratar temas como el aborto, la inmadurez o que una pareja vuelva después de haberse divorciado. Los guionistas solo están interesados en reunir condiciones caóticas para explorar un humor en gran medida fallido o demasiado ridículo.
El encanto verdadero proviene del intento por hacernos creer que Juliette Binoche, actriz con personajes tan comprometidos como los de El otra lado del éxito (Clouds of Sils Maria, 2015) y Un bello sol interior (Un Beau Soleil Intérieur, 2017), por mencionar los más recientes y fascinantes, pueda interpretar a una mujer profundamente inmadura: vive en casa de su hija aunque tiene cincuenta años, está desempleada y no le importa, no parece tener ahorros y toma decisiones de forma intempestiva. Y los atisbos de inocencia en la mirada de Juliette, su sonrisa sugestiva, nos hacen pensar que la maternidad no siempre asegura la madurez frente a situaciones cotidianas.
Lamentablemente el guion se empecina en darle un aire alocado a los integrantes de esta familia. Algunas insistencias al respecto brindan una risa inconsecuente, como cuando la mascota de Marc utiliza la Tablet para ver perritas. Otras insistencias son simplemente fallidas y descabelladas, por ejemplo, que madre e hija queden embarazadas para ver cómo reaccionan ambas a la situación. Ni siquiera Juliette, en medio de un elenco irregular, se salva de caer en momentos un poco risibles y no por las razones que se podría esperar.