Se pasa el rato con esta comedia de Noemie Saglio donde Juliette Binoche juega un rol inhabitual en su carrera. El tema es gracioso. Madre e hija conviven (es un decir) en la misma casa. Una es ordenada, tiene un trabajo estable, y está harta de sostener a la otra, que es haragana, viciosa, el esfuerzo ajeno le importa un cuerno y vive de arriba. Acertó el lector: la vaga es la madre. De otro modo no sería una comedia, sino un drama de la vida actual.
Pues bien: cuando la hija anuncia su embarazo, la inmadura no puede aceptarlo. Tampoco la hija puede aceptar que, justo ahora, la madre también quede embarazada. Pero así ocurre, y se las tendrán que arreglar. La moraleja será obvia, igual que la película. Binoche cumple debidamente, aunque quizá sea mejor recordarla por otras actuaciones. Como la hija, actúa Camille Cottin, popular en Francia por su personaje de la maleducada "Connasse", también creación de Noemie Saglio. Dicho sea de paso, esta directora ya tenía en su haber otra comedia de roles alterados: "Toute première fois".