Se estrenó Decime que se siente: la venganza de Fernando Fraiha; una comedia brasilera en suelo argentino.
Vadao y Caco son dos amigos brasileros que trabajan como dobles de riegos. El primer vive el día a día y es más liberal. El segundo cree que esta dispuesto a hacerle la gran pregunta a su novia. El problema arranca cuando este la encuentra con otro hombre, un argentino que se la lleva a Buenos Aires. Caco y Vadao se suben a su auto y se dirigen a Argentina en busca de Venganza.
Con una buena premisa comienza esta comedia de situaciones que podría haberse enfocado más en el absurdo, el choque cultural o en la misma venganza; pero que presenta cada escena como propia, sin sintonía y con dos protagonistas que se esfuerzan demasiado por empatizar con el público.
Por otro lado los personajes más extrovertidos, una visión brasilera hacia los argentinos; quedan en el camino. El doble de Bruce Willis esboza una de las escenas más cómicas de la cinta, pero queda fuera de lugar frente a las situaciones que siguen. Y toda la historia del cocinero argentino que le roba la novia a Caco, pareciera ser más parte del contexto, y queda desaprovechada.
La película se desinfla a medida que los protagonistas se acercan a su objetivo; maquinan una venganza hacia los argentinos, y aunque sabemos que estamos ante dos brasileros perdedores; el espectador siente que no ellos no han aprendido nada; y que probablemente sean los protagonistas la sátira de la historia; y no al revés.