Simpática comedia binacional, Decime qué se siente saca partido de la grieta futbolera para una road movie de dos amigos brasileños hacia Argentina en busca de venganza. Venganza amorosa: uno va con el corazón roto después de encontrar a su "namorada", a quien iba a pedirle casamiento, no sólo con otro, sino ¡con un argentino! Lo acompaña, o más bien lo lleva, el amigo con un plan consuelo revanchista: cruzar la frontera para conquistar al mayor número posible de argentinas. La irritación idiomática, la competencia absurda, cruza las secuencias de esta aventura políticamente incorrecta, con varios momentos de humor eficaz, otros menos logrados, y una falta de pretensión que suma a la frescura del resultado.