Una venganza sin sabor
El género road movie (películas de carretera) y las rivalidades futboleras entre dos potencias en este deporte como son Argentina y Brasil se fusionan en el film Decime que se siente. La venganza. La película dirigida por Fernando Frahia lleva el título del popular himno mundialista que fue cantado sin parar por los hinchas argentinos en cada partido que jugó la selección nacional durante el mundial Brasil 2014 en contra de los hinchas brasileros. Por otra parte, el film también lleva el subtítulo de “la venganza” ya que dos brasileros se encargan de tomar cartas en el asunto no solo por los argentinos que entonaron reiteradamente el cántico en Copacabana sino también por la infidelidad cometida por la novia de uno de ellos, pero no con cualquier hombre… sino con un argentino.
“Brasil, decime qué se siente, tener en casa a tu papá. Te juro, que aunque pasen los años, nunca nos vamos a olvidar: que el Diego te gambeteó, que Cani te vacunó, que estás llorando desde Italia hasta hoy”, dice el comienzo del popular himno mundialista. La película Decime que se siente. La venganza se centra en la historia de dos amigos brasileros, Caco (Felipe Rocha) y Vadao (Daniel Furlan), que a través de una larga travesía a bordo del auto de uno de ellos intentarán llevar a cabo su venganza. Todo comienza cuando Caco encuentra a su novia brasilera Julia (Leandra Leal) teniendo sexo con Facundo (Adrián Navarro), un millonario elegante, dueño de restaurantes, prestigioso chef y como bonus… argentino, que es una de las peores desgracias según la consideración del protagonista. Su mejor amigo, Vadao, lo invita a vivir un viaje lleno de disparatadas situaciones con destino a Buenos Aires, cuyo objetivo es cambiar el ánimo de Caco y, además, como parte de la venganza, tener relaciones sexuales con una mujer argentina. Sin embargo, distintas situaciones cambian sus pronósticos y nada sale como lo habían planeado. En el camino se cruzan con personajes como: una novia que escapa con su vestido en plena celebración de su casamiento (Ana Pauls); un mecánico del que necesitarán su oficio (Sebastián Presta) y un grupo musical (Aylin Prandi, Gastón Ricaud) en plena gira.
“A Messi lo vas a ver, la Copa nos va a traer, Maradona es más grande que Pelé”, concluye el cántico mundialista. Si bien, uno supone una “gran rivalidad entre las nacionalidades”, desde el punto de la comedia que es el género de la película, ésta no termina de reflejarse del todo. El “Decime que se siente” y la idea de la “venganza” aparecen pero no logran ser plasmadas completamente. Hay varios comentarios en el guión referidos a “si es Maradona o Pelé el mejor jugador de fútbol de todos los tiempos”, “que Argentina perdió una final de un mundial de fútbol” pero “Brasil fue derrotado por 7 a 1 por el seleccionado alemán de fútbol” o si “los argentinos no somos humildes”, entre tantos comentarios y chicanas que son recurrentes en las charlas entre brasileros sobre los argentinos, o viceversa. Pero el espectador se queda con ganas de un poco más. La historia plantea una premisa interesante, innovadora al fusionar el género road movie con una venganza entre personajes pertenecientes a ambos bandos de una histórica rivalidad futbolística y también se hace presente el amor, o mejor dicho desamor, que siempre está vigente y, en este caso, origina algunos conflictos. Sin embargo, lentamente con el correr de los minutos la película entra en una meseta de y, luego, concluye de manera apresurada con resoluciones predecibles, y en ciertos puntos inconclusas, que atentan contra la originalidad inicial. En cuanto a las actuaciones, hay un desequilibrio entre los protagonistas, ya que si bien entre ambos se nota la buena química y los actores se complementan correctamente, la espontaneidad y acidez de Vadao, interpretado por un Daniel Furlan que se luce en cada escena, opacan al personaje de Caco, compuesto por Felipe Rocha, quien en reiteradas situaciones pierde protagonismo y es él en cierto punto quien encontró a su esposa en pleno acto de infidelidad y en quien no aparece muy clara la idea de venganza. Respecto a las actuaciones secundarias, todos tienen sus momentos de lucimiento, pero sobre todo se destacan la desopilante y auténtica novia compuesta por Ana Pauls y el cómico y picante músico interpretado por Gastón Ricaud. En cuanto a la fotografía y la banda sonora, Decime que se siente. La venganza cumple correctamente y ciertas canciones musicalizan adecuadamente el largometraje.
“Cuidado con la hoguera que enciendes contra tu enemigo, no sea que te chamusques a ti mismo”, afirmaba el célebre escritor William Shakespeare. La película plantea, en cierto punto, una situación como la que mencionaba Shakespeare en la que los protagonistas inician el camino de una venganza que, no saben que les puede traer más complicaciones que beneficios. Decime que se siente. La venganza es una propuesta interesante y original pero que se estanca durante su desarrollo y culmina de manera abrupta, con algunos personajes muy bien compuestos y otros a los que les falta mayor precisión. Una venganza sin sabor.