En tierra hostil
La directora de "Vivir al limite" narra con fiereza los disturbios en la ciudad del título, cinco décadas atrás.
Kathryn Bigelow, que lleva su obre sus enormes espaldas el mote de “la única mujer ganadora de un Oscar a la mejor dirección” vuelve sobre un hecho real en Detroit: Zona de conflicto. Así como en La noche más oscura narraba la preparación para cercar y cazar a Osama bin Laden y su posterior asesinato, en Detroit llega hasta 1967, cuando en una redada la policía cometió atropellos contra la comunidad negra.
Bigelow tiene un estilo de filmación seco, por momentos hasta casi minuciosamente periodístico. Los estadounidenses denominan a esto docudrama. No hay en sus películas, como en Vivir al límite, una toma de más, toda imagen y sonido cumplen una función y jamás buscan regodearse o tomar al espectador como alguien a quien adoctrinar.
Ex esposa de James Cameron, la directora muestra una injusticia tras otra, sea de la mano del racismo o de una policía inescrupulosa.
La película arranca con una redada en un bar en infracción en pleno corazón del barrio negro. La respuesta no se hace esperar: vuelan bombas de fabricación casera, se rompen vidrios, se roban tiendas y negocios. La vandalización como respuesta a la policía y la llegada de la Guardia Nacional a “restablecer el orden”.
Pero no todo queda ahí. A pocas cuadras de donde comenzaron los disturbios, en el motel Algiers, donde había drogadictos y prostitutas, pero también era un lugar donde refugiarse, Larry Reed (Algee Smith), uno de los cantantes de Dramatics, un grupo de soul, entra con un amigo y allí entablan relación con dos jóvenes blancas. Y hay otro negro, que tiene un arma de juguete. Pero desde afuera la policía cree que es un francotirador. E ingresa.
Comandados por Krauss (el británico Will Poulter, uno de los chicos de Narnia y Gally en Maze Runner) harán un interrogatorio a mansalva para descubrir quien tenía “el arma”.
Lo espeluznante del asunto es que si bien es un docudrama, y se dramatizan acciones, la pesadilla que se vivió en el motel es verídica.
El de Poulter no es el único rostro conocido, también está el Star Wars Jon Boyega como un guardia de seguridad de los buenos, y Anthony Mackie (Falcon en los Vengadores de Marvel), habitué en los filmes de Bigelow, en un elenco sin fisuras en un filme que no da respiro. Nunca.