Es esta película de NICANOR LORETI, una divertidísima historia de acción, humor y violencia, en el estilo típico de Guy Ritchie, Robert Rodriguez o Tarantino. Valiendose de una cámara frenética que rompe con los encuadres tradicionales, un montaje trepidante y actuaciones que no temen al absurdo. Juan Palomino, en el papel principal, logra una composición tremenda, tanto desde lo físico como desde la psiquis de un personaje tan complejo como atrapante. Una película argentina, bien de género, como la de los dobles programas de los cines de barrio en la década del setenta, una bocanada de aire fresco para nuestra cinematografía.