Un homenaje doméstico
Este es un homenaje que la realizadora Kris Niklison le rinde a su madre de ochenta años, Bela Jordán, una encantadora anciana que vive en una estancia familiar a orillas del Río Paraná. La viuda aristocrática acumula arrugas y sabiduría, monta un triciclo, consulta internet y dedica su tiempo al armado de rompecabezas de dos mil piezas (con tan mala suerte que la semana pasada se estrenó Rompecabezas).
La pelicula recorre las conversaciones y las reflexiones que Bela mantiene con Cata, su mucama (que siempre está en offf), sobre temas cotidianos y trascendentales sobre la vida y la muerte, el marido que partió, el sexo y sobre si es conveniente o no "dormir destapada" durante las frías noches que azotan la casona.
El relato resulta demasiado doméstico como para conquistar al espectador, mientras la protagonista ordena las piezas de un complicado rompecabezas. El clímax de la historia nunca llega y es salpicado con postales pintorescas de los escenarios naturales y de las caminatas de un peón de estancia. ¿Y...?