Un documental que pone el acento en un costado muy doloroso y poco frecuentado de las consecuencias de la desaparición de las personas en los años más oscuros de nuestro país. Por un lado esta el caso del desaparecido Dr. Samuel “Sami” Slutzky por el que sus hijos prestan testimonio para que se haga justicia. Pero los directores unidos por la casualidad, el oficio de periodistas y el parentesco (Shlomo Slutzky y Daniel Burak) también indagan a la familia que miro para otro lado cuando ocurrió la desaparición de Samuel y eligió el secreto, el silencio y la indiferencia total sobre el destino de los hijos de Samuel, que fueron a parar a un hogar extraño en Holanda, socorridos por Amnistía Internacional. El relato no solo tiene testimonios del juicio, de cómo los autores se encuentran sino que muestra como las cuentas pendientes familiares pesan como heridas difíciles de cerrar. Pero también se descubren a un represor que vive en Israel y es denunciado y puesto en evidencia por esta investigación. La justicia pública y la justicia del corazón como caminos a la reparación.