Otra vez, Soderbergh y su luz amarillenta, ya vista en Contagio. Otra vez, Soderbergh y Chaning Tatum. -aunque el rol del actor es muy menor comparado al de Magic Mike-. Con la misma pretensión de siempre, Soderbergh intenta indagar en el mundo de la psicofarmacología o al menos eso quiere vendernos con este thriller. Pero luego de varios giros y vueltas de tuerca -una más ridículo que la otra- , se olvida de darle al espectador, información clave para comprender la trama que pretende ser "compleja"...