Para no perder la memoria
En su debut como realizador Pablo Yotich sale airoso al tratar un tema tan caro a nuestros sentimientos como son los desaparecidos de la última dictadura militar. Nacido en 1981, indaga en el año 1978.
Ernesto, motivado por el nacimiento de su primera hija, decide ir a vivir con su novia Paloma, sin saber que los militares los están buscando para detenerlos por orden de su hermano mayor. Es llevado a uno de los centros clandestinos más peligrosos de la Argentina. Una vez detenidos, Paloma muere dando a luz, mientras que Ernesto es torturado hasta su último día.
En el año 2010, Lucas, hermano cura de Ernesto y Felipe, cree reconocer a la hija de la joven pareja, Natalia. Tras contactarla, ella deberá decidir si acepta su verdadera identidad o la impuesta, con la cual aprendió a vivir durante 31 años.
Con actuaciones soberbias de Juan Palomino en la piel de un cura, Raúl Rizzo, Alejandro Fiore, Agustina Posse, Dalma Maradona, Adrián Yospe, y un gran elenco, se desarrolla esta historia que no debemos olvidar.
Sin lugar a dudas la participación de las Abuelas de Plaza de Mayo posibilita que la producción tenga todos los referentes históricos y testimonios homenajes a los 30.000 desaparecidos.
Para tener en cuenta: La película si bien tiene mucho dramatismo, su responsable fue muy cauto a la hora de filmar escenas de violencia, las que están muy bien resueltas y no caen en el golpe bajo y el efectivismo de otros filmes.
Aquí lo que está en juego es la identidad de esos bebés apropiados bajo la dictadura, y eso se plantea muy mucha claridad, sin exageraciones, con mucho respeto y, por sobre todas las cosas, con actuaciones muy medidas y muy bien logradas. La música de Víctor Heredia es otro de los aciertos.
“El abismo...todavía estamos” es una producción para que lo veamos todos. La verdadera historia argentina que en muchos casos no se encuentra en los manuales del secundario.
Como consejo fundamental la recomendaría para que la vean muy especialmente los jóvenes.