El prolífico cineasta chino Wong Kar Wai se aleja (aunque solo un poco) de los dramas románticos a los que nos tiene acostumbrados para traernos una épica aventura de acción que también funciona como carta de amor a las artes marciales.
El Gran Maestro
Inspirada en la vida Ip Man, el legendario maestro del kung-fu, la historia se centra en la revolución y posterior caída de la última dinastía china. Pero fue durante estos tiempos de caos, guerra y división que las artes marciales vivieron una época dorada.
El poder de la imagen
Aunque el titulo con el que decidieron estrenar el film en nuestro país no está del todo errado, es su nombre original, El Gran Maestro, lo que nos da una mejor idea general de la película. El Arte de la Guerra se centra, en su mayoría, en la vida de Ip Man, un hombre que revolucionó la técnica entre el comienzo y mediados del siglo XX y que sirvió como maestro Bruce Lee, la primer súper-estrella de las artes marciales.
Estando frente a un film de Wong Kar Wai creo que es seguro decir que este no es un film de acción más. Sí, hay peleas, y muchas. Pero Kar Wai aprovecha la oportunidad para explorar sus temas favoritos: el amor y la soledad. La película abarca una buena cantidad de años en la vida de Ip Man, desde su juventud hasta su posterior conversión en “El Gran Maestro” al que hace alusión el titulo original. Wai hace un gran trabajo acompañando a este personaje durante su tumultuoso camino, aunque los problemas comienzan cuando la trama decide centrarse en su esposa Gong Er, interpretada por Zhang Ziyi. Si bien estos problemas no son suficientes para arruinar el relato, lo cierto es que el desarrollo del personaje interpretado por Ziyi nunca llegó al nivel de profundidad al que si llegó Ip Man, y es durante los momentos en que la historia se centra en ella cuando se siente que el film lentamente comienza a caer en una planicie narrativa. No solo la historia de Gong Er no está suficientemente tratada desde un comienzo, sino que la realidad es que tampoco es tan interesante como la de Ip Man.
A diferencia de otros films de acción que se centran en este mismo personaje, Wai aquí también posa su mirada en el momento histórico que atravesaba China por ese entonces, volviendo así a la película en un drama histórico y político, que se entremezcla con la acción y el drama personal de sus figuras centrales. Y aunque El Arte de la Guerra tiene una duración superior a las dos horas, es inevitable que la trama se sienta un tanto convulsionada.
Wong Kar Wai es un director muy visual y la belleza de sus films nunca es un dato mejor. Aunque en esta oportunidad no contó con Christopher Doyle, su usual director de fotografía, el trabajo de Philippe Le Sourd, su “remplazo”, es impecable. Haciendo un rápido repaso por su filmografía, me arriesgaría a decir que junto a Con Ánimo de Amar esta es la película que mejor se ve. Las coreografías de pelea son, sin lugar a dudas, otro punto fuerte del film. Filmadas con precisión, denotan un profundo amor por las artes marciales. La forma en que Wai decide mostrar las escenas de acción se asemeja mucho a El Tigre y El Dragón, donde los personajes desafiaban las leyes de la física y gravedad, aunque en esta oportunidad está un tanto más controlado.
Conclusión
Aunque a nivel relato Wong Kar Wai por momentos toma caminos cuestionables, la belleza de su fotografía y escenas de acción que dejarán a más de uno sin aliento hacen de El Arte de la Guerra una más que digna incorporación a su ya más que brillante filmografía. Pero quienes vayan en busca de una película que avance a fuerza de piñas y patadas, prepárense para salir desilusionados.
- See more at: http://altapeli.com/review-el-arte-de-la-guerra/#sthash.KJluyPqk.dpuf