El ángel extermina en bar madrileño
En su película anterior, "Mi gran noche", Álex de la Iglesia encerraba un montón de personas, incluyendo a Raphael, dentro de un estudio de televisión. Ahora decidió hacerlo con menos gente en un lugar más pequeño, uno de esos típicos barcitos de Madrid donde se bebe un carajillo o se come un pincho de tortilla al paso.
Todo esto podría parecer simpático y pintoresco si no fuera porque "El bar" es una de las películas más terribles y oscuras de un director que ya de por sí no se especializa en entretenimientos familiares. De la Iglesia suele hacer comedias negras en las que todo es gracioso de principio a fin a pesar -o, en realidad, gracias- a sus detalles siniestros. "El bar" es una auténtica película de terror ya que en un punto es más horripilante que "El día de la bestia". También es un film más serio en lo que hace a las relaciones humanas, ya que la historia de ocho personas atrapadas por un episodio violento y enigmático que no terminan de entender es una trama pensada para sacar a relucir las mayores miserias de sus personajes. Como hay gente de todas las clases sociales, desde un pordiosero a un publicitario, es fácil para el espectador identificarse con ellos, aun cuando lleven a cabo todo tipo de barbaridades. Quizá éste sea el gran logro de una película que, además de estar muy bien actuada y filmada, tiene el sello de intensidad y diversión del cine de De la Iglesia.