Elena es una señorita coqueta que camina por las calles de Madrid, vestida en tonos pasteles, hablando por teléfono con una amiga acerca de un chico de internet a quien está por ir a conocer. Mientras se pregunta si él le va a gustar, se queda sin batería y, mal que le pese, entra en el primer bar que encuentra. Luego de consultarle al mozo si tiene un cargador, alguien es asesinado en la puerta del lugar y todas las personas que estaban afuera, desaparecen. Cuando un hombre sale a intentar socorrer al caído, una bala le pega en la cabeza y lo mata. Nadie sabe quién fue y, lo que es tan grave como eso: cuando todos los que están en el bar se distraen, entre gritos y consternación, los cuerpos desaparecen, e incluso la sangre es limpiada sin que se den cuenta.