Sol, una niña de nueve años, es enviada por su madre tras la separación de su marido a la casa de campo de unos parientes lejanos para trabajar durante el verano.
La pequeña, tímida y retraída, se verá así inmersa en un micromundo en el que la naturaleza y su relación con quien es ahora su inesperada familia comenzarán a descubrirle un mágico espacio en el que todo es para ella bello e intrigante.
En ese ámbito, Sol (excelente trabajo de Thor Kristjansoon) conoce a Jon, un joven campesino que desea convertirse en escritor, aunque su carácter choca con el de la muchacha, y así los dos recorrerán esos campos en los que el ganado y los caballos constituyen el cotidiano interés de los habitantes de ese pueblo levantado entre montañas que tocan el cielo. A esa casa llega también la hija de los granjeros que amparan a Sol, y entre ambas se confluirá una extraña relación que intenta ser amistosa, aunque apenas logra una pálida sensación de temor.
La directora Ása Helga Hjorleifsdóttir logró concebir una historia bella y sensible en la que su protagonista se verá atrapada en un paisaje hostil, salvaje e inmenso, que la hace sentir más aislada que nunca. Con una fotografía de enorme sugestión, el film recorre así la naturaleza de la Islandia rural y apuesta a seguir el nada fácil derrotero de su cálida protagonista.