El cisne es la opera prima de la directora islandesa Ása Helga Hjörleifsdóttir, basada en la novela escrita por Guðbergur Bergsson, que cuenta la historia de Sol, una niña de 9 años interpretada por Gríma Valsdóttir que es enviada a trabajar al campo de unos parientes durante el verano. Completan el elenco Ingvar Eggert Sigurðsson, quien formó parte del reparto de muchas producciones hollywoodenses, Thor Kristjansson y Katla M. Þorgeirsdóttir
Lo primero que vale la pena aclarar es que esta película está contada desde el punto de vista de su protagonista, y guarda muchos puntos en común con Vendrán lluvias suaves, tanto en su estructura narrativa dividida en capítulos como en su temática. Porque ambas hablan de la pérdida de la inocencia de dos niñas en ambientes rurales. Y resulta muy interesante cómo el espectador puede reconstruir los conflictos de esa familia con lo que Sol ve, escucha, o aprende por lo que le cuenta Jon, un joven que trabaja con ellos, lleva un diario íntimo de su experiencia allí y se convierte en su mentor, ya que ambos comparten la pasión por la escritura.
Por eso vale la pena destacar la puesta en escena minimalista de Ása Helga Hjörleifsdóttir, ya que refleja desde la técnica esta forma de vida austera de esta familia que vive en un territorio hostil. Aunque la fotografía a cargo de Martin Neumeyer refleja también la belleza de ese paisaje agreste, aprovechando que el exceso de iluminación en algunas imágenes no le aportan calidez a la imagen, sino que refuerzan la desolación del ambiente y el carácter sufrido de sus personajes.
En conclusión, El cisne es una de esas películas que habitualmente llegan a nuestro país en los festivales, ya que tiene todas las características típicas de este tipo de cine por su puesta en escena minimalista. Pero que resulta una propuesta interesante para conocer este país tan particular, con una escasa producción cinematográfica, pero muchas historias para filmar.