Cuando les toca, les toca. Y hay momentos de crisis en la historia de los Estados Unidos en los cuales la industria cinematográfica coincide en producciones (grandes o independientes) que apuntan los cañones a la reivindicación de los valores que los llevaron a ser la primera potencia mundial o que critican el modelo y lo ponen, justamente, como el causante de la crisis. En el primero de los casos, películas como Hugo o El Artista (más allá de sus valores como obras) vuelven a un pasado negro y trágico del que eventualmente se pudieron levantar. Del otro lado está la obra que critica e invita a la reflexión mas profunda. A la cabeza: El Precio de la Codicia.