El súpercontador autista
The Accountant es una propuesta inusualmente compleja en su género, porque intenta combinar narrativa y acción en una alquimia difícil de lograr en la pantalla grande. El resultado es mixto. Si bien no se trata de una mala película, queda la sensación de que podría haber sido mejor.
A veces más termina siendo menos. En su intento por buscar originalidad, The Accountant cae en el exceso de pretensiones y en su tramo final pierde contundencia con resoluciones banales y giros bruscos, echando por tierra gran parte del desarrollo inicial. Incluso así, es justo decir que la propuesta logra introducir y dar cuerpo a su protagonista exitosamente, acaparando la atención del espectador durante casi tres cuartos de película. Pero la multiplicidad de personajes y sub-tramas terminan conspirando contra la historia y el relato se precipita hacia una conclusión vaga e inverosímil.
The Accountant está, durante más de la mitad de su duración, muy por encima del promedio en el género y en su conclusión se desploma. Hay un alto contraste en su guión entre la introducción, el nudo y su desenlace, lo que finalmente termina restándole puntaje y disminuyendo su calidad. El saldo no es necesariamente malo, pero deja un sinsabor. Lo que podría haber sido una muy buena película de acción, termina apenas siendo un mero entretenimiento.