Asuntos contables
Gavin O´Connor nos trae esta vez un thriller dramático sobre un hombre autista de ambiguo código ético, que lleva las cuentas de los mayores criminales del mundo y que también posee algunas habilidades militares. En esta oportunidad la enfermedad se convierte en un conjunto de habilidades sobrehumanas que lleva adelante Ben Affleck, secundado por un gran elenco: Anna Kendrick, J.K. Simmons, Jon Bernthal, John Lithgow y Jeffrey Tambor.
A simple vista muchos de los elementos que se ponen en juego en El contador pueden resultar absurdos, pero aunándolos a todos juntos terminan por dar un resultado por demás interesante y atractivo. En este universo la historia no nos brinda demasiada información a medida que avanza y por momentos hasta puede resultar floja, pero lo que realmente importan son los personajes: todo está construido en base a ellos y para que se luzcan.
Sin dudas Ben Affleck es el gran protagonista indiscutido (la balanza se inclina a convertirlo nuevamente en un superhéroe en lugar de un antihéroe), pero no es posible dejar de comentar las actuaciones de Anna Kendrick alejándose de su característico personaje con tintes romántico y manteniendo la buena química con Affleck; y la de J.K. Simmons, que mantiene cierta conexión con el protagonista otorgándonos una interpretación magistral.
A El contador habría que otorgarle mejor el mote de drama que de thriller. Nuestro personaje deambula por sus propias contradicciones y fascinaciones, más que por la acción. Es verdad que hace alarde de buenas escenas de entrenamiento marcial y sin exceso de sangre, pero los tintes de una infancia traumática y el drama familiar con ayuda de flashbacks, son los que mayor peso otorgan.
Tal vez sea extraño el lugar que se le otorga al autismo y que no se logra juzgar acerca de los abusos del padre, pero estamos frente a un film con potencial para entretener y que va mutando constantemente. Buscarle demasiada vuelta no tiene sentido ni es su objetivo.