Un Pedazo de Historia Argentina A poco tiempo de cumplirse 67 años del famoso 17 de octubre de 1945, hoy bautizado como el Día de la Lealtad; con sencillez, humildad y un cálido respecto a la clase trabajadora, Jorge Pastor Asuaje y Sergio Pérez construyen un documental como pocos en torno a la temática. Con la conjunción de conmovedoras imágenes de archivo, escenas de ficción con importantes actuaciones y los testimonios de los verdaderos testigos de los hechos, los directores le cuentan al espectador joven y le recuerdan al público mayor un buen trecho de historia desde fines del 1800 hasta la aparición de Juan Domingo Perón. En 1871 la fiebre amarilla diezmó a la población de Buenos Aires y se creía que los responsables de dicho acontecimiento eran los mataderos por arrojar sus desechos al Riachuelo. Luego de esto, los grandes frigoríficos toman forma en el barrio de Berisso y es a partir de allí que la lucha de los obreros por mejores condiciones salariales y laborales tuvo gran protagonismo y a su vez las nuevas figuras políticas comenzaban a surgir: desde la doble elección de Hipólito Yrigoyen y su derrocamiento por José Félix Uriburu hasta el General que con su voz en la radio logró incentivar a los trabajadores para que salieran formalmente a pelear por sus derechos. El film de 108 minutos es rico visualmente y nota a las claras un gran trabajo de investigación. Lo interesante también es la combinación de imágenes de archivo en blanco y negro en contraposición a las escenas en color interpretadas mayormente por un Lito Cruz bastante modesto y un Rubén Stella sobresaliente (que es más bien del palo del teatro). Estas imágenes ficcionalizadas se van intercalando además con los testimonios de los protagonistas reales de la época y se enriquecen con el relato de historiadores como Sergio Pujol, Roberto Tardetti y Osvaldo Bayer. El día que cambió la historia (2012) será para algunos una clara muestra de ideología peronista, para otros estará quizá muy lejos de eso y para algunos otros simbolice un elemento de memoria, emoción y nostalgia. De lo que no cabe duda es que el broche de oro puesto sobre la figura de Perón como el instigador de uno de los más grandes cambios que se vivieron en la historia argentina está por sobre los demás personajes políticos, significando su aparición como la causante del título de este film. La película reconoce su sencillez en la filmación casera y, en ocasiones, falta de luz; pero el material que recoge y la información con la que trabaja están por encima de esto. De 1871 a los grandes frigoríficos financiados por capitales británicos, hasta Yrigoyen y Perón… un gran progreso y un relato impecable con un potencial reivindicador, que además realza la figura de algunos héroes anónimos. En cuanto a los créditos finales, más de uno seguramente se conmoverá con la imagen que aparece después.
Un documental que abarca demasiado El título de este documental hace referencia al 17 de octubre de 1945, pero comienza mucho antes. En realidad, los hechos puntuales de ese día recién aparecen en el tramo final del recorrido, que entremezcla lecciones de historia con escenas ficcionalizadas y los testimonios de quienes participaron de esa jornada fundamental para la historia argentina. El relato elige retroceder hasta fines del siglo XIX para explicar los orígenes del movimiento obrero peronista desde el punto de vista de los trabajadores de los frigoríficos asentados en la zona de Berisso. Un interesante y rico recorte en términos históricos que no se llega a plasmar en lo cinematográfico. Por momentos manual de historia con ánimo didáctico y expositivo que incluye recortes de diarios de la época y los aportes académicos de historiadores como Osvaldo Bayer, Norberto Galasso, Sergio Pujol y Roberto Tarditti y por otros floja ficción que utiliza viñetas protagonizadas por Lito Cruz y Rubén Stella para intentar personalizar lo que la voz en off explica con datos. Una estrategia innecesaria que estira y suma escenas que no agregan demasiado a lo que se quiere contar. Así, en una de esas secuencias ficcionalizadas se intenta resolver en pocos minutos y sin demasiadas sutilezas la relación entre la movilidad social de los trabajadores y sus consumos populares utilizando el tango como ejemplo. Un tema que daría para varios documentales y que aquí es tratado sin mucho rigor. Apenas una excusa para introducir una escena absurda entre Cruz y Stella, un paso de comedia tan innecesario como anacrónico además de la participación de Amelia Bence como una cabaretera milonguera que canta el tango "De mi barrio". Por otro lado, cada vez que aparecen los testimonios de los testigos directos del surgimiento del movimiento obrero en los frigoríficos y sus recuerdos del Berisso de aquellos tiempos, de su cotidianeidad y su lucha, este documental insinúa lo que podría haber sido, pero no es. Es allí, en la familiaridad de esos hombres y mujeres -ya ancianos- y su rescate emotivo y político de los hechos y personas que llevaron al histórico día del título donde el film escrito y dirigido por Jorge Pastor Asuaje y Sergio Pérez muestra su verdadera fuerza e interés. Una historia atrapante -además de relevante-, que no logra traducirse en un documental de igual medida.
El día que llegó el Mesías Este documental, de contenido histórico, pero con un inequívoco valor panfletario, nos anuncia desde el comienzo que fue producido gracias al apoyo del PJ de la localidad de Berisso, y de la Municipalidad del lugar, es decir, que fue financiado con fondos públicos. La estructura narrativa combina material de archivo, con testimonios de los protagonistas de los hechos, y escenas representadas por actores. De este modo, el filme hace hincapié en el rol de Perón como liberador del pueblo (no es ironía, tal es el término usado sobre todo por los testigos de la época entrevistados), y la gesta del aquel célebre 17 de octubre de 1945, el día al que hace referencia el título. Para llegar hasta allí, comenzará por explicar la historia y crecimiento de la localidad de Berisso, a partir de la instalación de dos frigoríficos de dueños extranjeros que transformaron la fisonomía, y por supuesto la economía del lugar. A través de las partes actuadas, recorremos ese camino de la mano de un personaje sin nombre, y cuya imagen no cambiará a lo largo del tiempo. Este hombre, vestido de malevo e interpretado por Lito Cruz, interactúa con otros de los actores, pero también cumple el rol de presentador de la historia al público. A pesar de su manifiesta parcialidad, en el filme se aprecia un trabajo de investigación importante, y para muchos será un descubrimiento la figura del sindicalista Cipriano Reyes como protagonista de aquella jornada, y la casi nula participación de Evita en el asunto. Valioso por sus documentos, pero cuestionable en algunos de sus planteos ideológicos, (como minimizar el golpe de Estado de 1943, del que Perón fue funcionario, por haber derrocado a un gobierno “oligarca”) este es otro de los tantos filmes que, directa o indirectamente, y desde diversas temáticas, vemos últimamente sobre el peronismo.
Un documental con actores y reconstrucción de época realizado por Jorge Pastor Asuaje y Sergio Pérez que arranca en l871, muestra el trabajo en los frigoríficos que se instalaron en la costa de Ensenada, con condiciones de trabajo prácticamente esclavas, el nacimiento de movimientos obreros. Pero por sobre todo es una reinvindicación de Cipriano Reyes como verdadero gestor del 17 de octubre. Interesante, bien realizada. Con Lito Cruz, Ruben Stella, testimonios de sobrevivientes.
Las viejas luchas sindicales Continuando con el vasto revisionismo histórico que el cine argentino viene ejercitando en los últimos años, llegó "El día que cambió la historia", un interesante filme de Jorge Pastor Asuaje y Sergio Pérez. La película que abarca desde 1871 hasta 1940, aproximadamente, mezcla el género documental, a través de fragmentos de noticieros, entrevistas a historiadores, entre otros, a Osvaldo Bayer, fotos y portadas de diarios de la época, junto a escenas ficcionadas, en las que aparecen actores, que ilustran algunas situaciones, lo que le otorga una dinámica más ágil y entretenida a la narración, que hace referencia al nacimiento del movimiento peronista. EPIDEMIA AMARILLA El filme comienza cuando se produce la gran epidemia de la fiebre amarilla, en la que se acusa a Juan Berisso, dueño de un frigorífico, en la zona donde hoy se levanta la ciudad de La Plata, porque se decía que tiraba visceras a las vías de agua. Esa primera época abre una amplia elipsis narrativa, en la que pueden observarse cómo eran las costumbres de nuestra ciudad y el conurbano por aquella época y cómo funcionaba el marco político local por entonces. Poco después se destaca que entre 1904 y 1915, se crean dos de los grandes frigoríficos que tuvo el país, el Swiff y el Armour, en el que según se menciona en la película, trabajaban alrededor de quince mil personas. Esa cifra de trabajadores da lugar a convocatorias obreras, a través de sus primeros dirigentes gremiales, los partidos anarquistas y socialistas y la creación de sindicatos, que permitieron ir conquistando derechos sociales para los trabajadores. 17 DE OCTUBRE Una figura convocante de la década del 40 en el plano político fue el ex presidente Juan Domingo Perón, cuyo encuentro en Berisso con los obreros, provocó un profundo cambio social y político, que coincidiría con una fecha histórica, el 17 de octubre 1945, que se conoce como el Día de la Lealtad y el del nacimiento del movimiento peronista. "El día que cambió la historia" tiene un ágil recorrido por los hechos, e incluye a conocidos actores como Oscar "Lito" Cruz", en el papel de un narrador, a Rubén Stella, como Celestino Morales, líder de los obreros y la fugaz presencia de Amelia Bence, como una dama de la época. La escena en la que "Lito" Cruz le enseña a bailar el tango a Rubén Stella, resulta además de un dato de humor, un encuentro con dos grandes actores. Además de Bayer, el filme incluye testimonios y opiniones de Norberto Galasso, Sergio Pujol y Roberto Tarditti y varios de los descendientes de aquellos obreros, que reseñan lo vivido por sus familiares en esos primeros años del siglo XX.
Demasiados datos para un solo 17 de octubre Quien mucho abarca, poco aprieta. Acá se quiere contar la historia socio-sindical de Berisso y la socio-política de Argentina desde 1904 a 1945, y la historia del específico día 17 de octubre, a través de los relatos de don Cipriano Reyes (de un archivo de 1989), cuatro estudiosos, una veintena de participantes de aquel día, y escenificaciones encabezadas por Rubén Stella como obrero que acompaña sucesivas ideologías y Lito Cruz como muerto explicador, más irónico y didáctico que el muerto explicador que hacía en el «Sur» de Solanas. Ah, y una perlita: Amelia Bence, nada menos, cantando «De mi barrio» («Yo de mi barrio era la piba más bonita, y en un colegio de monjas me eduqué») en la representación de un cabarute de los 30, la época en que ella empezó su carrera. El problema es que para poner todo eso hay que sacrificar muchas cosas: de los diversos hechos históricos sólo se dan unos pantallazos simplificadores, el tango está editado, y, peor aún, los testimonios de los viejos protagonistas del 17 parecen proporcionalmente pocos, nos dejan con ganas. Se pudo hacer un señor montaje de emoción creciente sólo alternando sus respectivos relatos, que incluyen la épica, el coraje, el orgullo, la picaresca, las anécdotas curiosas, hasta la tardía confesión de vandalismo por parte de alguien que entonces era apenas chiquilín. Ahí están registrados el obrero escritor, deportista y luego primer comisionado Raúl Filgueira, el Tata Alfredo Daiube, Daniel Solano Tunstall, Rubén Salerno, que terminó a cargo del viejo Bar Anglo-Argentino de los padres de Lito Cruz, donde se filmaron algunas escenas, en fin, los grandes anónimos de la historia coral de aquel día que fue posible gracias a ellos, a la punta de lanza que formaron los obreros de Berisso. La película tampoco cuenta qué fue de ellos. Una pena. En cambio, tiene el mérito de haber abierto una brecha, o más de una. Además es una producción enteramente berissense, y ya hay otra, una ficcional muy interesante basada en esos mismos asuntos: «Cipriano. Yo hice el 17 de octubre», de Marcelo Gálvez, que aquí hace la cámara y cede su archivo con la entrevista que hizo en 1989 al verdadero líder de aquellas jornadas. Porque entonces la gente gritaba «Reyes y Perón, un solo corazón». Pero después, de 1948 a 1955, lo tuvieron preso.
Con la carne al hombro La ciudad de Berisso como núcleo movilizador del 17 de octubre. Filmada en Berisso, entre 2005 y 2009, El día que cambió la historia se mete didácticamente en esa ciudad forjada a la sombra de la fiebre amarilla que diezmó a la población de Buenos Aires allá por 1871. En la primera mitad del filme las apariciones de los historiadores (Osvaldo Bayer, Norberto Galasso, Sergio Pujol y Roberto Tarditti) orientan y ponen en contexto al espectador que viajará por el destino de los mataderos suburbanos, obligados al exilio por ser acusados de generar la plaga por la falta de higiene. Así, uno de sus dueños, Juan Berisso viajó a la costa de la Ensenada para emplazar su industria. Esa zona se desarrollaría como un imponente espacio portuario y dos frigoríficos motorizarían la industria nacional. De la mano de un minucioso trabajo de archivo (digitalización de diarios y fotos de época), el relato se encolumna en la narración arrabalera del personaje de Lito Cruz, que atraviesa épocas, muere (y revive) y entabla coloridas y costumbristas charlas con el obrero Celestino Morales, encarnado por Rubén Stella, un obrero del frigorífico que muta del conformismo capitalista a la lucha sindical. El documental fluye en la construcción de un modelo de luchas, triunfos (y derrotas) sindicales que desembocaron en la figura de Perón, de incipiente coronel a héroe de la clase obrera. La entrevista grabada con Cipriano Reyes, líder gremial formado en el anarquismo, es una de las perlas del filme. Algunas partes de la entrevista están subtituladas, otras no. Raro. La última línea testimonial, la más cruda, emotiva y sincera (aunque algo desprolija en cuanto a sonido, claridad en los dichos e iluminación) fueron la de los protagonistas del 17 de octubre de 1945 que marcharon desde los frigoríficos de Berisso a clamar por la libertad de Perón. El resto, es historia conocida.