Existen películas que, de haberse filmado dentro de otro contexto, la historia a contar habría sido completamente distinta, o hasta quizás inexistente. Este es el caso de la opera prima del director tunecino Mehdi M. Barsaoui, El Engaño, que es uno de los estrenos de cine de la semana del 9 de marzo.
En Tunez, el jovencito Aziz (Youssef Khemiri), de 11 años, es alcanzado por una bala proveniente de un ataque terrorista en el sur del país. En el hospital, a sus padres, Fares (Sami Bouajilla) y Meriem (Najla Ben Abdallah), se les revela un secreto que cambia la vida de toda la familia. Es a partir de ahí que ambos deben responsabilizarse por sus acciones y entender que más allá de todo, su hijo corre peligro de muerte.
El mayor peso de la cinta recae en las grandes actuaciones de sus protagonistas: Sami Bouajilla y Najla Ben Abdallah. Las escenas entre los dos son electrizantes y por separado cada uno logra contar y defender su punto de vista de forma magistral.
Con una sólida narrativa que sólo se centra en ellos, el film va al grano desde el minuto uno y no deja de mostrar una realidad de un país, en donde una madre no solo no tiene voz ni decisión sobre el destino de su hijo, sino que es capaz de ser castigada por adulterio. Es desgarrador y llena al espectador con una sensación de impotencia.
Con esto dicho, El Engaño es una atrapante película situada en un contexto sociopolítico complicado, con sólidas actuaciones y con un final… ni bueno ni malo. Es un final y listo.