Sexo fatal en un pueblo chico
El sexo y la violencia se mezclan en esta curiosa historia que tiene como fondo el campo argentino. El verde del campo se mezcla con el rojo de la sangre derramada, todo al son de la guitarra y el acordeón. Director dedicado casi enteramente al cine fantástico, en este caso, Valentin Javier Diment explora un terreno original ya que "El eslabón podrido" no es exactamente una película de terror, sino una sórdida historia campestre llena de erotismo y gore.
El conflicto ya es de por sí bastante extraño, y parte de una premisa poco conocida, pero que se introduce aquí como una especie de ley no escrita del sexo en los pueblos chicos. La idea es que la pupila de un burdel no puede tomar como clientes a todos los hombres de un pueblo, y en cambio tiene que discriminar a uno y dejarlo fuera de su cama. Caso contrario, una vez consumado el acto con todos y cada uno de los lugareños, el pueblo entero se volverá en contra de la trabajadora sexual con fatales consecuencias.
Claro que una vez que prácticamente todos los hombres del pueblo han estado en su habitación, lograr que el único que se quedó afuera lo tome con calma es más que difícil, sobre todo teniendo en cuenta los encantos de la pupila que interpreta Paula Brasca. El asunto se complica con la muerte de la madre de la prostituta, una curandera que tiene cierto poder en el pueblo. Lo que sigue, de manera más o menos previsible, es una violación y una masacre interminable.
"El eslabón podrido" está mucho mejor filmada y actuada que escrita. La historia no avanza con demasiada fluidez, pero la original ambientación campestre, casi gauchesca, ayuda a equilibrar las cosas, especialmente dado que la fotografía y la música son de muy alto nivel.
Por otro lado, si bien a la película hay que tenerle un poco de paciencia, cuando explota, lo hace en serio. Los asesinatos suceden uno detrás del otro, con la mayor imaginación posible y con los mejores efectos especiales, sumamente generosos en gore, y finalmente esto es lo que más interesa en estos casos.