Arriesgada y audaz, una rara apuesta del cine argentino por la comedia negra y el terror sangriento. Un pueblo perdido donde la vida pecaminosa baila al compás de la guitarra criolla. Una matriarca de temer, -impresionante Marilú Marini-, y sus dos hijos, la joven prostituta y el leñador retrasado, un inspirado Luis Ziembrowksi. Con una fotografía impecable, de tonos ocres, y un arte preciso aunque austero, el director y actor Valentín Javier Diment arma un combo absolutamente excesivo en su sordidez. Habrá inusitadas dosis de sexo salvaje, violencia, magia negra, violaciones y un generoso festival gore. Un paseo por un micromundo salvaje, hecho con convicción y oscurísima gracia.