Sebastián Schindel da a luz a su segunda criatura, “El Hijo”, un thriller cargado de misterio inspirado en la novela “Una Madre Protectora” de Guillermo Martínez.
Lorenzo (Joaquín Furriel) es un reconocido pintor que espera la llegada de su hijo el cual tendrá con su nueva esposa noruega (Heidi Toini). Durante el embarazo, ella se obsesiona con el cuidado del bebé y decide tenerlo en su propia casa con una partera (Regina Lamm).
Una vez que nace el niño, la mujer se vuelve muy rígida y estricta con la forma en que desarrolla su maternidad, y Lorenzo comienza a sentirse aislado y oprimido por su mujer y la partera. El ambiente familiar empeora progresivamente, su hogar se vuelve completamente hostil para la crianza de su hijo y la relación con su mujer entrará en zonas oscuras, hacia un vínculo peligroso.
A la hora de adaptar una novela es sano y hasta diría necesario tomarse ciertas licencias en post de aprovechar los recursos del lenguaje cinematográfico. El uso de dos líneas temporales, fusionar personajes y un final distinto son algunos ejemplos que funcionan perfectamente en esta cinta dándole identidad propia. Para esto el director contó con el trabajo en conjunto del autor de la pieza original certificando que estos cambios funcionales no se alejen del sentido y esencia del libro.
La locura y lo real, la familia y la maternidad atraviesan de lleno esta película envuelta de una gran atmósfera. Logra transmitirnos toda esa sensación de sordidez, rareza y desesperación ante el hecho de ver a nuestro protagonista siendo incomprendido y expatriado de su propia casa.
Y ya que de protagonista hablamos, cabe destacar que en materia actoral no hay fisuras. No quedan dudas que Joaquín Furriel se siente cómodo trabajando con Schindel, y este sabe sacar lo mejor del actor (como sucedió en la primogénita “Patrón, radiografía de un crimen”) en un rol nada fácil. La enorme Martina Guzmán (actriz que se dio el lujo de sentarse a debatir películas con Robert De Niro como jurada en el festival de Cannes) como coprotagonista de lujo. Luciano Cáceres en esta oportunidad es quien nos da respiro entre tanto ahogo con su personaje pero que, a su vez también goza de un arco dramático. Heidi Toini y Regina Lamm (que aprendió noruego para este rol) completan este elenco con sólidas actuaciones.
Su temática maternal y, la antes mencionada, atmósfera nos remiten de algún modo a “Madre!” de Darren Aronofsky. Director por el que Schindel tiene especial debilidad y que presenta clara fuente de inspiración.
Me gusta insistir en las películas que precisan de espectadores activos y atentos. Que lejos de sentarse a ser entretenidos tengamos que estar construyendo e interpretando. “El Hijo” tiene material para esto. Te invito entonces a que a partir del 2 de Mayo puedas completar el film con tu mirada.
Por Matías Asenjo