Relato que adapta a la pantalla grande Una madre protectora de Guillermo Martínez, es una potente y lograda experiencia que de a poco se transforma en una pesadilla para el espectador. El sueño y anhelo de ser padre de Lorenzo (Joaquín Furriel) se termina convirtiendo en tragedia para todos. Propuesta de género que atrapa y tensa, que asfixia y no da respiro y en donde la dupla Schindel/Furriel logran una vez más un trabajo excelso.