Cuenta la leyenda que en la segunda mitad de la década del 70', el primer policía de color del departamento de Colorado Springs, Ron Stallworth, comenzaba una investigación fuera de lo común. Arriesgada. A niveles, inimaginables. El, desde ya, era un oficial bastante particular. Transgresor, sin dudas. Tanto, como para encontrar en el diario un aviso del KKK y llamar para contactarlos!!
Con ese disparador, todo puede esperarse en un relato. Y mucho más cuando quien lo moldea, es Spike Lee. Sí, el equipo que adaptó el libro de 2014 que cuenta esta historia (porque como ya dijimos es un caso real), está integrado por Charlie Wachtel, David Rabinowitz y Kevin Willmott. Pero quien corta el bacalao (como diría mi abuela), es el viejo Lee (mete mano en el guión y recrea con potencia visual).
Su estética, la forma en que registra las conexiones y miradas, el desparpajo y la lectura política que propone, le da a esta material otra relevancia.
Su forma de conectar este "episodio" con lo que sucede en Estados Unidos hoy, en tiempos de Trump, también. Y eso es lo que hace que "El infiltrado del KKK" tenga un nivel fuera de lo común.
Lo crean o no, Spike Lee volvió, un día, retomó su carrera de gran cineasta. Le tomó su tiempo, pero está de vuelta. Y eso, amigos, no es poco.
Tenemos aquí una construcción de escenario que presenta dos personajes fundamentales, el polícia rookie de look afro (John David Washington quien hace de Ron), y su colega blanco que será su alter ego, cuando le toque interactuar con los amigos del clan, Flip Zimmerman (Adam Driver).
Ellos dos componen el equipo que tratará de destruir la cédula del KKK de su zona y tal vez, sus ramificaciones más encumbradas. Comienzan a trabajar juntos, ante la atenta mirada de sus jefes, pero eso no les dará todas las protecciones del caso.
Básicamente, los dos conformarán un equipo que funcionará de una extraña manera: uno habla por teléfono con el KKK y el otro pondrá el rostro y será el encargado de interactuar con los racistas blancos en el campo.
Ellos irán haciendo una infiltración singular, contada de manera divertida, llena de idas y vueltas que mantendrán al público interesado y entretenido. Muchos de los tópicos que presenta, tienen gran actualidad, como verán en el desarrollo de la cinta.
Pero Spike Lee no sólo se ocupa de la persecusión blanca sino que mira también del otro lado de la acerca. Ron se acerca a ver cómo funcionan las Panteras Negras y adentrarse en su lógica para entender la relación de fuerzas. Allí se topará con Patrice (Laura Harrier), con quien abrirá una pequeña subtrama amorosa.
Spike Lee juega a varios niveles y cuando creemos que estamos disfrutando una "buddy movie" (porque esto sucede), cambia de frecuencia y se pone a tiro con la sátira política o hasta se permite un tiempo corto para el romance y las grandes "definiciones" en la vida.
Es quizás... difícil de explicar porqué deben ver "El infiltrado del KKK" pero en pocas palabras, creo que es una cinta divertida, política, bien contada y con una ambientación y una OST excelente. Puede parecer en algunos tramos lenta (y larga, ya que supera las dos horas de proyección), pero está justificada en toda su extensión. Es una agradable sorpresa en tiempos de pocas ideas.